lunes, 22 de agosto de 2011

M. Muriel, diosa del Misterio nos desvela parte del secreto..


Un grito en la noche, un susurro al alba. Todo había terminado y pocos supieron lo que estaba sucediendo.

El silencio lleno el corazón de los habitantes mientras contemplaban los espejos rotos, y la alegría se fue desvaneciendo de sus corazones al mismo tiempo que las imágenes dejaron de reflejarse en los vidrios rotos.

Los reyes se escondieron en sus aposentos incapaces de enfrentarse con sus súbditos, porque de todos, ellos eran los únicos que sabían que aquel día llegaría, que la belleza les seria arrebatada y junto con ella, la esperanza.

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